¿DE DÓNDE VIENEN LAS COSAS?

Mirar una lista de ingredientes o materiales con los que se elabora cualquier bien de consumo es, cuanto menos, un viaje hacia las profundidades de los nombres técnicos, los símbolos, los números y las caras de perplejidad. ¿Qué son todas esas E-s en mi comida? ¿Mi habitación está pintada con cerdo? ¿Mi pintalabios se tiñe con cochinillas? Somos dueños de un entorno que desconocemos por completo.

¿PODEMOS VIVIR SIN PLÁSTICO?

Ir al supermercado, llegar a casa con las manos pidiéndote clemencia por el peso de la compra y, minutos más tarde, verte rodeado de mil bolsas de plástico y una cantidad similar de envases, bandejas y botellas sin saber muy bien cómo ha pasado. ¿De dónde ha salido tanto desperdicio? ¿Por qué nos invade el plástico? ¿Por qué nadie nos avisó de esto? ¿O acaso alguien lo intentó pero ya era demasiado tarde?

¿QUÉ NECESITAMOS PARA PERSUADIR?

Desde la más tierna infancia, comenzamos a identificar los marcadores que hacen que una expresión sea dulce o agresiva; sabemos diferenciar entre una sonrisa de invitación y una de engaño; aprendemos a modificar el comportamiento exterior cambiando nuestras facciones, diseñando nuestra cara. La persuasión puede ser un gesto o, por qué no, toda una interfaz. Poner ojitos de cordero degollado está al alcance de todos.

¿CÓMO DEBE AYUDAR EL DISEÑO?

El diseño, como todas las ramas profesionales (y todas las personas), vive sus propias crisis existenciales. En vez de llegar a los 40, teñirse el pelo y comprarse una moto, el diseño se debate entre enmendar los errores de un pasado en el que despilfarrar y contaminar eran lo habitual, o hacer borrón y cuenta nueva con una mentalidad renovada. Ayudar al entorno no es la pregunta, la pregunta es cómo hacerlo.

¿CUÁL ES EL ROL DEL DISEÑADOR?

Algunas industrias evolucionan muy lentamente, tanto que cuesta imaginar cómo consiguen no quedarse atrás. Otras, por el contrario, cambian tan rápidamente que puedes sentir su aliento en la nuca. El diseño muta año tras año, día tras día. El reciclaje constante de la posición, los roles sociales, los conocimientos técnicos y las tendencias que exige este ritmo vertiginoso, hace que el diseñador que no corre, vuele. Hacia dónde dirigirse en ese vuelo, por tanto, suele ser una cuestión de supervivencia.

¿QUÉ FUE ANTES, LA BANDERA O LA IDENTIDAD?

Le pese a quien le pese, los seres humanos somos seres sociales; nuestra necesidad de pertenencia a un grupo o a otro nos marca a nivel consciente e inconsciente. Nos delimita, nos define y nos divide. Para el forofo, no es lo mismo ser de un equipo de fútbol que de otro, si bien a nivel de comportamiento las tradiciones apenas varíen entre los amantes de este deporte. Las banderas y la identidad conforman la misma paradoja que la del huevo y la gallina.

¿TODAS LAS CULTURAS CONSUMIMOS IGUAL?

La homogeneización de las estrategias de marketing hace que sintamos que estamos en un agujero espacio-temporal cada vez que viajamos; da igual que entremos a un establecimiento de una marca internacional en Suecia, Qatar o Canadá, tendremos la sensación de estar en el mismo lugar. Sin embargo, la erosión de las culturas locales va creando diferentes formas en los negocios globalizados, creando nuevos usos que a veces son acertados y otras veces, desastrosos.

¿CUÁL ES EL LÍMITE ENTRE LO NATURAL Y LO ARTIFICIAL?

Humanos y naturaleza perdieron un contacto muy necesario durante años. Como una pareja mal avenida, hemos tenido nuestros más y nuestros menos (bastantes menos) con nuestro entorno, en un tira y afloja entre desastres naturales y el imparable abuso del medio ambiente. Dominar la naturaleza o, mejor, comprender y cooperar con ella parece ser un reto cada vez más urgente en la lista de quehaceres de los habitantes de la Tierra.

¿CÓMO ALIMENTAREMOS A 10,000 MILLONES DE PERSONAS?

Cada vez somos más en el planeta; con la mejora evolutiva de las condiciones de salud, el descenso de la mortalidad infantil y el aumento de la esperanza de vida, la gente vive más y… somos muchos en un sitio no muy grande. Un número en aumento de gente que necesitamos dormir, resguardarnos y comer, siendo este último un problema acuciante al que debemos buscarle una solución. ¿Qué habrá para cenar en el 2150?

¿CÓMO PUEDE UN MATERIAL CAMBIAR NUESTRAS VIDAS?

Los materiales son parte intrínseca de nuestra existencia. ¿Cómo era todo antes de que apareciese el plástico? ¿Antes de que se supiera emplear el petróleo? ¿Y antes de que creásemos el idilio entre el cobre y la electricidad? Vivíamos y confiábamos en otros elementos; cada nueva alteración provocaba un terremoto a nivel mundial, añadiendo un eslabón más a la cadena de la evolución de nuestros útiles. Lo mejor: que no hay final para la curiosidad que la empuja.

¿DEBEMOS AUTOMATIZARLO TODO?

La sociedad parece dividirse entre entusiastas de todo lo que suene a automatización e Inteligencia Artificial y detractores acérrimos, conspiranoicos e inexpertos que sospechan. Lo automatizado está públicamente denostado porque «quita trabajo» o «nos van a acabar controlando», pero su comodidad ya ha sido sigilosamente implantada en nuestra sociedad; una comodidad sobre la que tendríamos que pensar si estamos dispuestos a renunciar.

¿PUEDE EL DISEÑO PLANTEAR RETOS MORALES?

Las tecnologías están cambiando drásticamente nuestro ecosistema; la creación de un mundo virtual en el que los códigos de conducta funcionan de manera distinta o mucho más laxa que en la vida real ha propiciado que, desde las cenas en familia hasta paseando por la calle, nos encontremos ante nuevos retos de comportamiento que tendremos que delimitar antes de que se nos vayan de las manos.

¿DE DÓNDE DEBEN VENIR LOS DATOS?

No hay nada de inocente detrás del típico «permitir acceso a su ubicación» o «inserte su nombre aquí». Todos los datos que entregamos para acceder a una página web lo antes posible, para comprar de forma más cómoda o para pagar con este o aquel método, dan pistas sobre nuestras conductas, deseos, elecciones y patrones de consumo y ofrecen un retrato de nosotros más veraz de lo que a uno podría gustarle. Otro problema, distinto pero parecido, ocurre con los datos que consumimos pero que no digerimos. ¿Qué hacer en la Edad del Dato?

¿CUÁLES SON LOS LÍMITES DEL ENTRETENIMIENTO?

Si de todo se puede hacer comedia o no es una pregunta más vieja que el tiempo y el debate se reaviva cada vez que una nueva plataforma aparece y una nueva barrera se rompe. Sin embargo, hemos llegado a un momento crucial de la historia en el que la invención del «infotainment», esa peligrosa mezcla entre información y entretenimiento, y su desconocimiento, están cambiando las reglas del juego. Ya no está claro que la realidad sea real, si hay que reírse o no, o si echarse las manos a la cabeza es la mejor opción.

¿VES TODO AQUELLO QUE ESTÁ DISEÑADO?

Da la sensación de que la realidad se está complicando o, por lo menos, acelerándose un poco más rápido de lo que nosotros podemos correr. Lo que antes era el diseño, hoy probablemente ya no lo es, o sí, pero con matices, y mañana quizá haya mutado en algo distinto. El diseño hace muchas cosas: está en sillas, está en internet, está en la forma en la que hablamos, está en una lámpara y en cómo compramos. El diseño no lo es todo, pero forma, de alguna manera, parte de todo. Parte de todos.